La conjuntivitis es la inflamación de la capa que recubre el globo ocular y se continúa por el interior de los párpados. Hay diferentes tipos de conjuntivitis: aguda y crónica, y diferentes causas: infecciosa, alérgica, etc. Es importante determinar la causa de la conjuntivitis, puesto que de ello depende el tratamiento.

Causas de la conjuntivitis

  • Infecciosa: tanto por virus como por bacterias. Suele durar entre 1 y 3 semanas y se caracteriza por secreción desde acuosa hasta amarillo-verdosa, ojo rojo, lagrimeo, edema en los párpados y sensación de cuerpo extraño. En algunos casos pueden inflamarse los ganglios linfáticos preauriculares. Hay que tener cautela por el peligro de contagio. 
  • Alérgica: aparecen síntomas de forma casi instantánea cuando contacta el alérgeno con las mucosas, con picor, lagrimeo, edema de párpados, quemosis, etc. 
  • Vernal: cuando los pacientes tienen alergias estacionales. Es interesante conocer el alérgeno concreto para poder determinar la época en la que el paciente tendrá síntomas. 
  • Por blefaritis, llamada blefaroconjuntivitis. Deriva de la alteración de las glándulas del borde palpebral. Estas conjuntivitis tienen menor secreción, más sensación de ojo seco y tendencia a cronificarse si no se tratan de forma adecuada.  

Un tratamiento precoz es crucial para el bienestar del paciente, para impedir que el cuadro se alargue y para intentar evitar las secuelas y otros inconvenientes como el contagio de familiares. En algunos casos es importante tratar específicamente el causante: en las conjuntivitis por bacterias tenemos antibióticos; en las blefaroconjuntivitis hay que mejorar el estado y funcionamiento de las glándulas palpebrales. Aún así, pilar fundamental del tratamiento es también el que se centra en disminuir los síntomas del paciente: los antiinflamatorios en gotas y la hidratación con lágrimas artificiales.

¿Has empezado con síntomas de conjuntivitis de forma abrupta?¿Sueles tener brotes y desconoces la causa? No dudes en consultar. 

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