La miopía está aumentando de manera significativa en todo el mundo, de manera que se prevé que la mitad de la población mundial será miope en 2050. La miopía suele comenzar sobre los 5-6 años y puede aumentar hasta que el crecimiento se detiene, sobre los 20 años. Aunque la predisposición genética también juega un papel importante en el desarrollo de la miopía, los factores ambientales y el estilo de vida parece ser un factor determinante en su progresión.
Existen varias estrategias y recomendaciones que se pueden aplicar durante la infancia para ayudar a frenar su progresión, vamos a verlas en detalle:
Aumentar el tiempo al aire libre
Diversos estudios han demostrado que los niños que pasan más tiempo en el exterior tienen un menor riesgo de desarrollar miopía, debido a la exposición a la luz natural y a la posibilidad de enfocar objetos a larga distancia. Se recomienda al menos 2 horas al día de actividad al aire libre.
Reducir la actividad de cerca
El uso prolongado de la visión cercana, como por ejemplo el uso de tabletas, móviles u ordenadores, o la lectura, pueden contribuir al aumento de la miopía. Por tanto, se recomienda limitar el tiempo de pantallas y otras actividades de visión cercana y, cuando se utilicen, promover descansos frecuentes (regla del 20-20-20: cada 20 minutos mirar algo que esté a más de 20 pasos de distancia, es decir, unos 6 metros, durante unos 20 segundos).
Gotas de atropina
Las gotas de atropina en bajas concentraciones han demostrado ser útiles para reducir la progresión de la miopía en niños. Estas gotas dilatan las pupilas y relajan los músculos del ojo, lo que parece frenar el alargamiento del globo ocular, responsable de la miopía. Estas deben ser prescritas por un profesional y precisan de seguimiento por parte de un oftalmólogo, no dude en pedir cita en la Clínica Castellote para ampliar la información y valorar el caso de tu hijo en particular.
Gafas y lentillas con desenfoque periférico
Se trata de corrección óptica en la que, debido al cambio gradual de graduación en la misma, la imagen en la retina periférica llega desenfocada. El resultado de este tratamiento es controvertido, ya que existen publicaciones en las que se evidencia que puede frenar la miopía, en cambio, en otras publicaciones se concluye que no es eficaz.
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