La frecuencia con la que debes realizarte un examen ocular depende de tu edad, historial médico y si presentas o no síntomas de problemas oculares. Sin embargo, hay pautas generales que pueden ayudarte a determinar cuándo es el momento adecuado para una revisión oftalmológica:

Niños y adolescentes

  • Antes de los 3 años: Si el niño presenta estrabismo (desviación de algún ojo), la pupila no se ve negra o presenta algún otro signo de alarma. En este caso, deberíamos consultar a la mayor brevedad posible. 
  • De 3 a 5 años: Edad a la que se recomienda el primer examen en niños sanos y sin antecedentes familiares.
  • Entre los 6 y los 18 años: Exámenes cada 1 o 2 años. Si el niño usa gafas o hay antecedentes familiares de problemas oculares, habría que personalizar la frecuencia de las revisiones.

Adultos jóvenes (19-39 años)

  • Sin problemas visuales previos: Un examen cada 2-3 años es suficiente.
  • Si usas gafas o lentes de contacto: Se recomienda un examen anual para asegurarse de que la graduación sigue siendo adecuada.
  • Factores de riesgo: Si tienes antecedentes familiares de enfermedades oculares, como glaucoma, diabetes u otras condiciones de riesgo, los exámenes deberían ser anuales, siempre dependiendo de las recomendaciones del oftalmólogo.

Adultos de mediana edad (40-64 años)

A partir de los 40 años, aumenta el riesgo de enfermedades oculares como glaucoma, cataratas y degeneración macular. Por eso, se recomienda un examen ocular completo al menos cada 2 años, incluso si no tienes síntomas.

Adultos mayores (65 años en adelante)

Es importante realizarse un examen ocular anual para monitorear el desarrollo de condiciones relacionadas con la edad, como cataratas, glaucoma, degeneración macular o problemas de visión relacionados con enfermedades sistémicas como la diabetes.

Enfermedades o condiciones específicas

  • Diabetes: Las personas con diabetes deben someterse a un examen ocular anual para detectar la retinopatía diabética.
  • Hipertensión arterial: También puede aumentar el riesgo de problemas visuales, por lo que los chequeos regulares son importantes.
  • Síntomas de problemas visuales: Si experimentas síntomas como visión borrosa, dolor ocular, destellos de luz, moscas volantes, enrojecimiento o dificultad para ver de noche, debes acudir al oftalmólogo de inmediato, independientemente de tu última revisión.

Realizar exámenes oculares de manera regular es esencial para detectar problemas visuales a tiempo, incluso antes de que presenten síntomas evidentes. Si tienes dudas sobre la frecuencia adecuada para tu caso, consulta con un oftalmólogo, quien podrá evaluar tus necesidades individuales y establecer un plan de cuidado visual personalizado. ¡Cuidar tus ojos es una inversión en tu salud y calidad de vida!


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